La Caja Mágica
Esta caja contiene en cada lado símbolos de interrogación, en un principio está vacía pero se va llenando de preguntas generadas por la curiosidad de quien las plantea.
¿Qué piensas cuando ves un símbolo de interrogación?
?
¿Qué te provoca?
¿Ansiedad o curiosidad?
¿Tú cerebro se enciende para buscar la respuesta a la pregunta o lo hace para hacer más preguntas?
¿Intentas responder lo primero que se te ocurre o meditas tu respuesta?
Tal vez, me dirías, depende de la pregunta.
Para mí, en la mayoría de los casos, el símbolo de interrogación equivale al misterio, a sorpresa, a lo desconocido … El símbolo de interrogación es el símbolo de la creatividad y la innovación. El símbolo de interrogación es el motor del aprendizaje. El símbolo de interrogación está en el centro de cualquier acto de magia.
Tomando estas dos ideas:
- El símbolo de interrogación es el motor del aprendizaje y
- El símbolo de interrogación se encuentra en el centro de cualquier acto de magia
… le di forma al invento de la caja mágica.
Existe mucho bla bla bla con respecto a que la educación es lo más importante para un país. No existe gobernante que no haya dicho algo al respecto y menos existen padres de familia que hablen de la educación como algo sin importancia para el futuro de sus hijos.
Por desgracia, el bla bla bla de los políticos y líderes sindicales solo provoca mejores formas de examinar conocimientos y la preocupación de los padres solo sirve para aumentar la tensión en la relación con sus hijos. Por ello creo que se requiere un cambio radical pues el sistema educativo actual es obsoleto.
Mientras se siga haciendo lo mismo no se pueden esperar resultados diferentes. Los padres de familia necesitan dejar de hablar de la importancia de la educación al mismo tiempo que no se involucran de verdad en el desarrollo total de sus hijos. Hablar que algo es importante para después delegarlo a un sistema ineficiente no es muy inteligente. Para que lo padres se involucren de manera efectiva en la educación de sus hijos deben de aprender como hacerlo.
Muchos maestros necesitan salirse de su mediocridad y retomar con un nuevo entusiasmo la profesión noble que alguna vez abrazaron. Participar como maestro en una escuela, ya sea jardín de niños, primaria, secundaria o preparatoria, requiere una pasión muy especial que debe ser recompensada con altos salarios. La sociedad y el gobierno tienen que aprender a darle un alto valor económico a la profesión de una persona dedicada a la educación de niños y jóvenes.
El disparador inicial que me llevó a inventar la caja mágica fue una frase que alguna vez anoté en alguno de mis cuadernos de notas: “La curiosidad y la creatividad son motores de la innovación”. Exactamente.
El recurso natural más importante para la humanidad está escondido en las mentes de los niños y jóvenes.
Si esas mentes son desperdiciadas, si son saturadas con información que no tiene nada que ver con sus vidas diarias pero mucho que ver con el sistema escolar obsoleto y no son cultivadas con ideas constructivas, el futuro del planeta será igual o peor de lo que es ahora.
La mejor educación posible para los niños y los jóvenes es la clave de un futuro mejor. Ahora que se están formando, ahora que están creciendo es cuando necesitan los mejores maestros del mundo, los mejores ambientes de aprendizaje que deben de estar continuamente conectados al mundo real y no aislados en edificios escolares que se parecen a todo menos a la realidad de la vida productiva.
El invento, al que le llamo la caja mágica, es muy sencillo pero poderoso. La idea es que se le dé a cada niño que comienza su educación, una caja vacía.
El tamaño de esta caja no importa y tampoco es relevante el material del que esté hecha. Lo que si es necesario es que tenga un símbolo de interrogación cubriendo cada una de sus caras.
La caja mágica es en primera instancia un símbolo, el gran símbolo de todo lo que hay por aprender.
Es el símbolo de todos los libros, materiales de aprendizaje, ambientes de estudio, actividades, laboratorios y todas las actividades por realizar para poder aprender lo necesario para que el futuro del niño sea brillante. Y lo más importante, también es el gran símbolo de las preguntas, de la curiosidad, de la imaginación creativa que el niño naturalmente posee pero que hay que cultivar para que no se extinga con el paso del tiempo.
La clave está en enfocar el proceso de aprendizaje en las interrogaciones, en la búsqueda que éstas generen y no en memorizar respuestas.
También a los padres se les proporciona su caja mágica, con las mismas características de tener en cada lado la impresión de un gran símbolo de interrogación. La caja mágica en este caso representa todas las preguntas que los padres realmente preocupados por el futuro de sus hijos se irán haciendo en el proceso de su crecimiento y cuyo contenido irán llenando con las respuestas que vayan encontrando y sobre todo con más preguntas, pues dejar de preguntarse es dejar de pensar.
La caja mágica representa su compromiso personal para proporcionar las herramientas de aprendizaje que mejor sirvan a sus hijos. Implica que no dejarán que solo la escuela se encargue de su educación, al contrario, enfatiza el reconocimiento del rol que como padres les toca llevar para que sus hijos nunca pierdan su capacidad de ser creativos y para ayudar a que encuentren sus habilidades únicas que los llevaran a dedicarse con pasión a su vida profesional, aunque esto signifique que su búsqueda se realice totalmente fuera del sistema escolar tradicional.
Hay que recordar que el aprendizaje no sucede en un lugar, sucede en la persona que aprende.
A los maestros también les toca recibir su caja, mismas características externas, una gran interrogación en cada cara. A los maestros les toca descifrar los misterios de cada uno de sus estudiantes, les toca encontrar en cada personalidad los motores que la animan. Les toca sintonizar cada una de las actividades de aprendizaje para el gran grupo pero también para cada individuo.
La caja mágica del maestro se debe ir llenando con las experiencias formativas y de observación que le permitan diseñar cada día mejores ambientes de aprendizaje y lo lleven a seleccionar las tecnologías educativas que más que impresionantes por sus características novedosas, sean efectivas para que cada estudiante amplifique su potencial creativo y de innovación.
A cada uno de los gobernantes, burócratas de la educación, líderes sindicales, directores de escuela y en general a todos aquellos que intentan normar el proceso enseñanza aprendizaje, con leyes, reglamentos y políticas, también les toca su caja. Mismas característica externas, una gran interrogación en cada una de sus caras.
La caja mágica para este gran grupo representa las preguntas que deben hacerse para ver de que manera estorban lo menos posible pero sin dejar de proporcionar al mismo tiempo la mayor cantidad de recursos que puedan generar y obtener para que cada institución educativa tenga los mejores ambientes de aprendizaje.
En su caja mágica no cabe el control ni la imposición, solo la promoción de la creatividad y los elementos que impulsen más recursos para los estudiantes, sus maestros y lugares de aprendizaje. No caben las extorsiones de grupo ni las imposiciones de doctrinas.
La política tampoco cabe dentro de esta caja pues el derecho de nacimiento que cada niño o niña tiene para desarrollar todo su potencial por medio del aprendizaje continuo, no es negociable ni debe ser utilizado como una plataforma publicitaria o puesto político.
En esta caja mágica las grandes interrogaciones son, cómo logramos que cada niño y niña desarrolle todo su potencial, como hacemos para que cada uno de ellos encuentre y aplique sus habilidades únicas, como le hacemos y al mismo tiempo sin mezclar nuestros intereses personales y de grupo. Como le hacemos para ser catalizadores y no inhibidores. Como le hacemos para disminuir la complejidad en lugar de aumentarla. Como le hacemos para generar más y mejores recursos para los maestros de los niños y los jóvenes. Como le hacemos para que en el futuro el talento de cada uno de ellos se aproveche.
Las respuestas que se vayan encontrando se ponen dentro de la caja mágica y después se utilizan para hacer cada vez más y mejores preguntas. Así el proceso continúa constantemente y con ello la magia de cada caja va a ir mostrándose con los resultados concretos provenientes de las mentes bien usadas de los niños y jóvenes del mundo.
La caja mágica de cada niño, la más importante de todas, irá creciendo con los frutos de su curiosidad, imaginación y trabajo hasta que un día desaparecerá por completo al no ser ya necesaria.
Ese evento, sucederá en diferente periodo de tiempo para cada persona, pues dependerá de que tanto el proceso de hacer preguntas, buscar respuestas, evaluarlas y seguir haciendo preguntas se haya integrado a su ADN, a su sistema operativo personal.
Ese día la curiosidad, la capacidad de asombro, la habilidad de ver al mundo todos los días con nuevos ojos, la capacidad de dudar, de no quedarse con la primera opinión o la primera respuesta, la capacidad de construir sin esperar a saber todo, la habilidad de saber cuando la respuesta correcta para el contexto del momento se tiene entre las manos … será algo tan integrado a la persona como el sentido de la vista, el tacto, el olfato …
En este punto final de este escrito te entrego tu caja mágica que contiene la primera pregunta: ¿De qué la vas a llenar?
Códice Moncam